Contará con rampas separadas de entrada y salida, y espacios y un ascensor para bicicletas
El parking del Ensanche se someterá a una profunda remodelación que incluirá no solo la construcción de dos plantas más de aparcamiento, sino un completo lavado de cara que cambiará su configuración actual. Así, se reservará una planta entera para residentes, habrá rampas separadas de entrada y salida, y espacios y un ascensor específico para bicicletas. «Este proyecto pretender dotar al centro de la ciudad de un parking completamente renovado, con instalaciones modernas», ha destacado la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete.
En total, el nuevo parking contará con cinco plantas, frente a las tres actuales, y 549 plazas, 198 más que ahora. Del total de las plazas, 17 serán para vehículos de personas con movilidad reducida y ocho para motocicletas. Entre las novedades que tendrá destaca la construcción de una planta -será la -5- de uso exclusivo para residentes, con 114 plazas de las que cinco será para personas con movilidad reducida y cuatro para motocicletas.
En otoño de 2025 se abrirá el plazo para que las personas que quieran solicitar una de estas plazas puedan inscribirse. Su asignación se realizará por sorteo y la concesión será por un año, renovable.
Otra de las modificaciones más destacadas será la de los accesos, que pasarán a ser dos, uno de entrada y otro de salida, sustituyendo la actual rampa única por Colón de Larreategi. En el futuro, los vehículos entrarán por la calle situada al oeste de la plaza, donde se sitúa el restaurante alemán Ein Prosit, y saldrán por Colón de Larreategi, en el sentido de la circulación y no de frente como ahora. La entrada, además, contará con dos rampas diferenciadas para los usuarios de rotación y los residentes, que bajarán directamente a la planta -2. «Se evitarán las situaciones de caos que se generan en la intersección de entrada y salida, mejorando muchísimo las colas de entrada y la distribución interior», ha explicado el responsable de Estudios de la empresa constructora, Agustín Redero.
También se cambiará la distribución interna de las plantas, para evitar los fondos de saco que se generan actualmente en las calles transversales, «que ralentizan y dificultan la maniobrabilidad de los vehículos en el interior». La altura pasará de 2,1 a 2,6 metros en todos los sótanos, salvo en el -1, donde los techos se elevarán hasta los 3 metros «para permitir la entrada de furgonetas u otros vehículos».
Espacio y ascensor para bicis
Además, en esta planta también se ubicará un espacio de 30 metros cuadrados, ampliable a otros 30, para poder estacionar bicicletas, que dispondrán de un ascensor más ancho para poder acceder a ellas. «Se va a convertir en un parking moderno que nos va a permitir responder a los retos de la movilidad que se nos puedan ir presentando en los próximos años», ha subrayado Abete. «Es una intervención necesaria, ya que este parking sufrió un incendio hace unos años». Mantendrá los dos ascensores actuales y los accesos peatonales, y estará equipado con un sistema de lectura de matrículas. También se mejorará la iluminación y la visibilidad interna, con la instalación de cámaras de vigilancia, que evitará puntos negros para los usuarios.
Las nuevas instalaciones incluirán también puntos de carga para vehículos eléctricos. En un principio, dará servicio al 10% de los usuarios de rotación y al 25% de residentes, aunque la infraestructura estará preparada para ampliarlas al 100% de las plazas en el futuro «si la demanda lo requiere», ha apuntado Redero.
Fuente: DEIA
